Una prueba de paternidad es un estudio genético cuyo objetivo es determinar el vínculo genético entre un individuo y su progenitor. Una prueba de hermandad consiste en averiguar si dos o más personas son hermanos.

El DNA se encuentra en el núcleo de todas las células. Por ello, la prueba puede realizarse a partir de cualquier resto biológico de la persona a la que se desea identificar o de la que se quiere conocer su vínculo biológico.

Las muestras utilizadas más frecuentemente son la sangre y la saliva.

En casos prenatales, es imprescindible una muestra que contenga células fetales como el líquido amniótico o la vellosidad corial. 

Los resultados están disponibles en un plazo aproximado de entre 10 y 20 días en función del tipo de muestra.